¡Fuera preocupación!

Salmo 42:5 ¿Por qué te abates, alma mía, y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios, pues he de alabarle otra vez por la salvación de su presencia.

7 Me siento muy angustiado, y por eso pienso en ti. Las olas de tristeza que has mandado sobre mí, son como un mar agitado; son como violentas cascadas que descienden de los cerros, de los montes Hermón y Mizar, y se estrellan en el río Jordán.

8 Te ruego, Dios de mi vida, que de día me muestres tu amor, y que por la noche tu canto me acompañe.

9 Tú eres mi protector, ¿por qué te olvidaste de mí?¿Por qué debo andar triste y perseguido por mis enemigos?

En esta parte del salmo vemos la gran angustia de los hijos de Coré, vemos como claman a Dios para que no se olvide de ellos.

11 ¡Pero no hay razón para que me inquiete! ¡No hay razón para que me preocupe! ¡Pondré mi confianza en Dios mi salvador! ¡Sólo a él alabaré!

En esta otra parte vemos como ellos apartaron toda su angustia y deciden poner toda su confianza en el Dios de su salvación.

Así mismo debemos hacer nosotros, clamar a Dios, entregarle todas nuestras cargas, preocupaciones y alabarlo, porque solo Él tiene el poder de dar paz en medio de la tormenta, solo Él puede hacer el mar callar, solamente debes confiar en Él y alabarlo